Fuente: extraido del blog http://www.desansiedad.com, propiedad de
Fabiola Cuevas.
Ya es más que sabido que
acumular y guardar tus emociones lo único que hace es enfermar tu cuerpo y tu
alma, y tarde o temprano esas emociones acumuladas explotarán como olla exprés,
generando un caos y un daño del cual después probablemente te de culpa o vergüenza. Así es que evitemos esto, teniendo una semana
de tratamiento para el desahogo emocional.
El
desahogo emocional
va más allá de la catársis o de exteriorizar lo que sientes con técnicas
explosivas o artísticas, tiene que ver con contactar tus emociones, ser
consciente de ellas y poder desahogarlas conscientemente. Claro que nos apoyamos de técnicas en
específico, pero lo que te recomiendo es que en el proceso que te sugiero a
continuación, seas consciente de todo el proceso.
¿De dónde llegó ésta
emoción? ¿Cuánto tiempo llevaba dentro? ¿Por qué opto por acumularla? ¿De qué
me está avisando ésta emoción? ¿Cuál es su razón de estar ahí?
Aquí te va el tratamiento
de desahogo emocional:
1.
Vaciando la mente
El primer paso es vaciar tu
mente de todo lo que anda por allá arriba rondando. Cuando tu mente logra
vaciar todo lo que acumula en su espacio, puedes alcanzar la claridad para
entonces sí pasar a lo que sigue.
Escribe sin censura, sin querer encontrar solución y sin juicio por lo
que pueda salir, el objetivo es simplemente liberar tu mente.
En otras palabras no tan
finas, se trata de escupir todo lo que has ido guardando con el tiempo.
Hazlo con el siguiente
orden:
Primero vas a escribir todo lo que te da
coraje o hace enojar actualmente, todo eso que te hace apretar la quijada.
Después vas a escribir todo lo que te da
miedo o te preocupa que pueda pasar en tu presente o tu futuro.
En tercer lugar, vas a escribir todo lo que
te pone triste o melancólico.
Finalmente, escribe todo lo demás que
sientas que traes cargando o rondando, pueden ser culpas, arrepentimientos,
angustias… hazlo todo empezando la frase con “me preocupa que… me angustia
que…”.
En este paso no vamos a
buscar solucionar nada, solamente vamos a hacer lo que insisto de que nuestra
mente no es computadora para almacenar información, sino para generar ideas y
soluciones. Busca más info en “Aligérate
vaciando tu mente”.
2.
Desbloqueando el cuerpo
Las emociones son energía,
y la energía se acumula en nuestro cuerpo.
Así como el agua cuando no se mueve y se estanca genera daños, las
emociones se estancan en tu cuerpo y se cristalizan, generando después bloqueos
energéticos y con eso, síntomas físicos desagradables.
Por eso para el desbloqueo
te recomiendo lo siguiente:
Un día por la noche que te encuentres tu
sólo(a) en tu casa o habitación, prepara un cd o un playlist con pura música
instrumental con voces tranquilas o sin voz, de preferencia con instrumentos
como tambores, flauta, violin, piano, etcétera.
Ponte ropa cómoda, quítate los zapatos,
joyería y sueltate el pelo.
Apaga las luces y cierra los ojos.
Prende la música, y baila… libremente. Pero vas a bailar más que con pasos
específicos o como lo hacen en la tele, vas a bailar como a tu cuerpo le vaya
naciendo, siguiendo los ritmos y la música que escuchas.
Es un baile libre, espontáneo, hasta que
puedas sentir que mueves tu cuerpo sin reserva y sin pensarlo, simplemente
mueve tu cuerpo liberando cualquier emoción que puedas encontrar internamente. Tu cuerpo se mueve porque quiere y no porque
tu mente le dice hacia donde ir, hasta que puedas sentir que tus emociones las
vas liberando en cada movimiento.
3.
Escuchándote a ti mismo (a)
Este momento se trata de
que una vez que ya liberaste tu mente y tu cuerpo, entres a escucharte a ti
mismo para identificar lo que traes de fondo.
Para lograrlo vas a hacer lo siguiente:
Siéntate en una silla o sillón, con otra
silla vacía frente a ti.
Vas a imaginar que en esa silla está la
persona que más te ama, la más comprensiva, la que menos te juzga y a la vez es
la persona más sabia del mundo. No tiene
que ser una persona que conozcas simplemente contacta con esa energía.
Y vas a empezar a hablar con esa energía y
le vas a platicar como te sientes en este momento de tu vida.
Si te es posible, ve sintiendo como esa
persona te va llevando a encontrar soluciones y a descubrir las acciones que
necesitas hacer para sentirte mejor en este momento de tu vida y avanzar hacia
tu más alto bien.
Platícale todo sin reserva y de cierta
forma imagina que ella o él te hace preguntas como “y qué quieres hacer con
eso”, “si ya te diste cuenta, ¿ahora qué vas a hacer?”, “¿por qué crees que te
estás sintiendo así?”, “¿qué podrías hacer para sentirte mejor?”.
Llega un momento en el que
tú sabes que la conversación ya terminó, y es entonces que te quedas procesando
lo que sucedió.
Puedes aprovechar para
escribir en una hoja de papel las acciones que vas a realizar, y cuándo las vas
a hacer, para sentirte mejor.
4.
Etapa de apapacho
Esta etapa es sumamente
importante, pues se trata de consentirte y darte todo el apapacho que necesitas
después de todo ese desahogo emocional.
Es un momento de descanso, pues liberar las emociones cansa energéticamente,
y ahora se trata de reponer esa energía a través del descanso.
Para hacerlo te recomiendo
lo siguiente:
Prepárate el momento y el escenario para
estar contigo mismo y apapacharte, de preferencia que estés tu solo (a).
Pon velas y aromatiza con un aroma que te
guste (de preferencia lavanda o canela), puede ser con aromatizadores o
inciensos.
Pon música relajante y date un baño con el
único propósito de disfrutar el agua caliente por el tiempo que así lo desees
(claro, cuidando el agua =)
Quédate en tu cama un rato envuelto en la
toalla, simplemente disfrutando de ese momento, de la música y de ti mismo,
date un abrazo a ti mismo.
Finalmente puedes ponerte crema y aceites
ricos, comer un par de chocolates, y disfrutar de tu actividad favorita como
leer un libro o ver una buena serie o película en la televisión.
5.
Pasa a la acción
Finalmente, todo eso que te
diste cuenta al conectar y descargar tus emociones, llévalos a acciones
concretas con fechas específicas. El
chiste es que sean acciones que te lleven a dejar de acumular y ayudarte a ti mismo
a procesar las emociones día a día. Por
ejemplo, hablar con la persona que estás molesto, dejar de hacer aquello que no
disfrutas, etcétera.
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