Una mente organizada permite una participación
plena en un estilo de vida saludable. La ciencia de la organización del cerebro
se traduce en seis principios, o “reglas de orden” con soluciones de
autopreparación.
No se trata de ordenar tu oficina, tu hogar, o
comprar la última aplicación para organizar las actividades pendientes, sino de
la capacidad de la mente para lograr un mayor orden —una perspectiva calmada,
sabia, positiva y estratégica— y las habilidades que se requieren para llegar
ahí.
Un estudio reciente del Instituto Nacional del
Envejecimiento de Estados Unidos concluyó que la obesidad puede ser
consecuencia de factores como una mente desorganizada, impulsividad,
negatividad crónica, alto nivel de estrés y el hacer tareas múltiples.
Las habilidades para organizar tu mente se
construyen en las conexiones normales del cerebro. Así que, ¿cómo empiezas a
explotar tu capacidad innata de ser organizado?
1.
Domina tu frenesí
Antes de que puedas centrar tu atención, necesitas
hacerte cargo de tu frenesí emocional negativo (la preocupación, la ira, la
tristeza, la irritabilidad). Este frenesí afecta o abruma tu corteza
prefrontal, la región del cerebro que realiza la función ejecutiva, por lo
tanto no puedes “pensar bien”.
Demasiado estrés negativo afecta a tu capacidad de
concentración y daña tu salud.
La buena noticia es que las mismas cosas que pueden
mejorar tu salud, pueden mejorar tu capacidad para manejar el frenesí negativo:
duerme bien, ejercítate, haz un ejercicio de concentración o elige el carril
lento ocasionalmente, incluso durante algunos minutos.
Lo más importante
- Las emociones negativas afectan la región del
cerebro con la que tomas decisiones, y por lo tanto no puedes pensar bien
- Demasiado estrés negativo afecta tu capacidad
de concentración y tu salud
2.
Mantén la concentración
Ahora que tu mente está calmada, identifica una
tarea, y sólo una tarea.
El cerebro no está diseñado para enfocarse en más
de una cosa a la vez.
Dile a tu cerebro la intención o meta que tienes
con la sesión. Apaga el teléfono y el correo electrónico, cierra la puerta y
como primer paso enciende un cronómetro durante 20 o 30 minutos.
Lo más importante
- El cerebro no está diseñado para enfocarse en
más de una cosa a la vez
3.
Aprende a parar
El cerebro concentrado también necesita ser capaz
de parar de una forma tan segura como lo hace un automóvil con unos buenos
frenos frente a una señal de alto.
Las regiones de radar del cerebro examinan tu
entorno interno y externo todo el tiempo, incluso cuando estás concentrado. Y
si eres humano, las distracciones son inevitables. En lugar de sucumbir sin
pensarlo ante una distracción mientras estas en medio de una tarea importante
(incluyendo actividades saludables como el ejercicio, cocinar alimentos
saludables o relajarte), detente, respira y considera si la distracción es lo
suficientemente urgente como para que supere a la prioridad actual.
Si no es así, regresa tu atención a la tarea
importante hasta que sea momento para que las baterías de tu cerebro vuelvan a
recargarse, o empieces una nueva tarea.
Lo más importante
- Si algo te distrae, evalúa si es más
importante que la tarea que realizas y si no es así, regresa a tu tarea
prioritaria
4.
Accede a tu memoria de trabajo
Tu cerebro está diseñado para almacenar un grupo de
pedazos de información en la memoria de corto plazo (conocida como “memoria de
trabajo”).
Cuando tienes acceso a tu memoria de corto plazo,
varios elementos entran en tu mente y te ayudan a resolver problemas, a generar
nuevas ideas a comprender, y a ver nuevos patrones que te llevan a una
perspectiva estratégica.
Las mismas estrategias que te permiten dominar tu
frenesí, te permiten tener un mejor acceso a tu memoria de trabajo: el
ejercicio, la respiración profunda o la meditación y una buena noche de sueño.
Lo más importante
- Para tener un mejor acceso a tu memoria
necesitas: ejercicio, respiración profunda, meditación y calidad de sueño
5.
Cambia los enfoques
Ahora es tiempo para mover tu concentración a una
tarea nueva. Mueve toda tu atención completamente a la nueva tarea y dale tu
total atención. Esta capacidad del cerebro, llamada “cambio de enfoque”, te
permite dejar atrás una tarea y brincar a una nueva con un enfoque fresco y
productivo.
El cambio de enfoque también se describe como
agilidad o flexibilidad. A menudo nuestras ideas más creativas aparentemente
surgen de la nada, cuando le damos un descanso al cerebro o estamos
concentrados totalmente en otra cosa.
Lo más importante
- El cambio de enfoque es la capacidad del
cerebro para cambiar totalmente a otra tarea
6.
Une los puntos
Aprendiste a dominar tu frenesí y a centrar tu
atención en una cosa a la vez. Ahora puedes manejar las distracciones. Tu mente
de trabajo está lista para actuar cuando la necesites. Eres ágil, capaz de
cambiar con destreza de una tarea a otra. Tomas descansos, mueves tu cuerpo y
cambias tu concentración para invitar a que surjan nuevas ideas, percepciones y
conexiones.
En conjunto, estas “reglas de orden” te ayudarán a
cambiar no sólo tus hábitos de atención, sino la forma cómo ves tu vida. En
lugar de estar estresado, puedes estar calmadamente en control.
Serás más productivo y por lo tanto tendrás más
tiempo para hacer las cosas que son saludables para tu cuerpo y mente. Te
sientes bien contigo, y las emociones positivas promueven la salud. Y serás
capaz de utilizar tu mente organizada para establecer metas saludables y
concentrarte bien para lograrlas.
Fuente: http://cnnespanol.cnn.com/2012/02/07/6-principios-para-organizar-tu-mente-y-tu-vida/
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