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En el presente artículo
hace mención de la importancia de la Evaluación del Estado Mental en la
Entrevista Clínica en Psicología. Así mismo, se hace una breve guía de las
áreas e ítems a evaluar que el clínico deberá tener en cuenta para la elaboración
de un diagnóstico, pronóstico y plan de tratamiento.
El diccionario de la Real
Académica de la Lengua Española (año 2012) define evaluación como “la
acción y efecto de evaluar”; evaluar, según la misma Academia es definida como
“estimar, apreciar, calcular el valor de algo”.
La definición de estado mental según el glosario de Psiquiatría de Lubrano, es “la Condición general de funcionamiento del proceso mental y la conducta (año 2012)determinados por una evaluación psiquiátrica de diferentes áreas del funcionamiento…”.
Siguiendo con esto, podemos definir en pocas palabras Evaluación del Estado Mental como “el acto de calcular el valor del funcionamiento de los procesos mentales y la conducta de un individuo”.
A continuación desglosaremos brevemente las áreas de la Evaluación del Estado Mental que el autor propone, mencionando solo algunos de los aspectos (o ítems) a evaluar. La estructura y el orden se superponen durante la entrevista, así como en algunas áreas, los componentes están íntimamente ligados con unos con otros.
• Apariencia: Alineo, higiene, vestimenta, olor, facies, congruencia entre edad cronológica y apariencia, discapacidad físicas notorias, etcétera.
• Psicomotricidad: Marcha, movimientos repetitivos y estereotipados, ataxia, apraxia, coordinación visomotoriz, reproducción de formas escritas y símbolos, temblores, tono muscular, velocidad de los movimientos, tics motores, etcétera.
• Atención: Difusa y/o dispersa, espontanea, voluntaria e involuntaria, nivel de concentración y duración del foco de atención, discriminación de estímulos, etcétera.
• Memoria: A corto y largo plazo; nivel de represión, capacidad de aprender cosas nuevas, duración al momento de traer recuerdos a la consciencia, lagunas mentales, recuerdos autofingidos o impuestos, veracidad del recuerdo, congruencia de hechos, etcétera.
• Percepción: Visual, auditiva, sensorial y táctil, alucinaciones e ilusiones, interpretación y contacto con la realidad (desrealización), despersonalización, etcétera.
• Pensamiento: Curso y contenido, velocidad, hipo e hiperactividad, ilación de ideas, confusión, capacidad de comprensión y pensamiento abstracto, formulación de conceptos, ideas obsesivas, ideas delirantes, paranoia, etcétera.
• Lenguaje: Problemas de leguaje, afasias, congruencia con el pensamiento, capacidad de comprensión y expresión de las ideas, capacidad de nombrar objetos, verborrea, tic vocales, etcétera.
• Consciencia: Orientación tiempo, espacio, persona; lucidez, somnolencia, sopor (superficial o profundo), coma, desrealización, despersonalización, autoestima y autoconcepto, nivel de conciencia sobre la propia patología o situación problemática, calidad y veracidad de la información, etcétera.
• Juicio: Consecuencias futuras sobre las acciones (propias y ajenas), anticipación a esas consecuencias y manifestación de esa anticipación en la conducta, manejo de la frustración, etcétera.
• Raciocinio: Habilidad para la solución de problemas, nivel de coeficiente intelectual, etcétera
• Estado anímico y control de impulsos: Control y/o represión de la agresión, hostilidad, labilidad emocional, eutimia, alexitimia, nivel de tolerancia a la frustración, nivel de evitación, mecanismos de defensa utilizados, grado cooperación con el clínico, actitud durante la evaluación, estado de maníaco o depresivo, etcétera.
• Funciones somáticas: Síntomas psicosomáticos y/o conversivos, funciones del sistema nervioso autónomo, etcétera.
CONCLUSIONES
La Evaluación del Estado Mental no es un diagnostico en si, sino una guía de gran utilidad, objetiva y científica para el mismo. Junto con el motivo de consulta, la transferencia y otros elementos, nos sirve como una guía para realizar el diagnóstico, pronóstico y plan de tratamiento sobre la problemática presentada en un paciente.
La definición de estado mental según el glosario de Psiquiatría de Lubrano, es “la Condición general de funcionamiento del proceso mental y la conducta (año 2012)determinados por una evaluación psiquiátrica de diferentes áreas del funcionamiento…”.
Siguiendo con esto, podemos definir en pocas palabras Evaluación del Estado Mental como “el acto de calcular el valor del funcionamiento de los procesos mentales y la conducta de un individuo”.
A continuación desglosaremos brevemente las áreas de la Evaluación del Estado Mental que el autor propone, mencionando solo algunos de los aspectos (o ítems) a evaluar. La estructura y el orden se superponen durante la entrevista, así como en algunas áreas, los componentes están íntimamente ligados con unos con otros.
• Apariencia: Alineo, higiene, vestimenta, olor, facies, congruencia entre edad cronológica y apariencia, discapacidad físicas notorias, etcétera.
• Psicomotricidad: Marcha, movimientos repetitivos y estereotipados, ataxia, apraxia, coordinación visomotoriz, reproducción de formas escritas y símbolos, temblores, tono muscular, velocidad de los movimientos, tics motores, etcétera.
• Atención: Difusa y/o dispersa, espontanea, voluntaria e involuntaria, nivel de concentración y duración del foco de atención, discriminación de estímulos, etcétera.
• Memoria: A corto y largo plazo; nivel de represión, capacidad de aprender cosas nuevas, duración al momento de traer recuerdos a la consciencia, lagunas mentales, recuerdos autofingidos o impuestos, veracidad del recuerdo, congruencia de hechos, etcétera.
• Percepción: Visual, auditiva, sensorial y táctil, alucinaciones e ilusiones, interpretación y contacto con la realidad (desrealización), despersonalización, etcétera.
• Pensamiento: Curso y contenido, velocidad, hipo e hiperactividad, ilación de ideas, confusión, capacidad de comprensión y pensamiento abstracto, formulación de conceptos, ideas obsesivas, ideas delirantes, paranoia, etcétera.
• Lenguaje: Problemas de leguaje, afasias, congruencia con el pensamiento, capacidad de comprensión y expresión de las ideas, capacidad de nombrar objetos, verborrea, tic vocales, etcétera.
• Consciencia: Orientación tiempo, espacio, persona; lucidez, somnolencia, sopor (superficial o profundo), coma, desrealización, despersonalización, autoestima y autoconcepto, nivel de conciencia sobre la propia patología o situación problemática, calidad y veracidad de la información, etcétera.
• Juicio: Consecuencias futuras sobre las acciones (propias y ajenas), anticipación a esas consecuencias y manifestación de esa anticipación en la conducta, manejo de la frustración, etcétera.
• Raciocinio: Habilidad para la solución de problemas, nivel de coeficiente intelectual, etcétera
• Estado anímico y control de impulsos: Control y/o represión de la agresión, hostilidad, labilidad emocional, eutimia, alexitimia, nivel de tolerancia a la frustración, nivel de evitación, mecanismos de defensa utilizados, grado cooperación con el clínico, actitud durante la evaluación, estado de maníaco o depresivo, etcétera.
• Funciones somáticas: Síntomas psicosomáticos y/o conversivos, funciones del sistema nervioso autónomo, etcétera.
CONCLUSIONES
La Evaluación del Estado Mental no es un diagnostico en si, sino una guía de gran utilidad, objetiva y científica para el mismo. Junto con el motivo de consulta, la transferencia y otros elementos, nos sirve como una guía para realizar el diagnóstico, pronóstico y plan de tratamiento sobre la problemática presentada en un paciente.
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