Articulo original: Mònica Fusté http://www.monicafuste.com/
Como decía Henry Ford:
“Tanto
si piensas que puedes como si piensas que no, tienes razón”.
Tu realidad es un fiel
reflejo de lo tú que crees. Las creencias
son las normas de tu vida, las reglas según las cuales vives cada día.
La importancia de analizar tu sistema de creencias es crucial si quieres
diseñar tu destino.
Cuando cambias tus creencias, automáticamente tu vida y tus relaciones cambian.
Sólo
hay dos tipos de creencias: las potenciadoras y las limitadoras. Las que
te potencian te dan permiso para alcanzar tus objetivos y vivir de acuerdo con
tus valores, y viceversa las que te limitan son los únicos obstáculos que
te impiden alcanzar tus sueños. Por más que hagas, si crees que no lo
conseguirás, no lo harás.
Las creencias limitadoras
suelen tener su origen en la infancia, permanecen ocultas y normalmente no las
evaluamos conscientemente.
Para
saber lo que crees, debes fijarte en lo que haces.
Las
creencias son principios de acción. Construimos las creencias
basándonos en nuestras experiencias y luego actuamos como si fueran ciertas.
Así se convierten en autoprofecías cumplidas. Por ejemplo, si crees que eres
una persona agradable actuarás como tal, abordarás a la gente abiertamente, te
mostrarás sociable y disfrutarás de la compañía de otras personas. Éstas a su
vez te acogerán con agrado y eso reforzará tu creencia.
Date cuenta que:
Si
crees que puedes elegir tus creencias libremente, así será para ti.
Por lo tanto, si los
resultados que estás obteniendo son los que quieres, sigue actuando como hasta
ahora. Pero si no te satisfacen, no te queda otro remedio que empezar a vivir
experiencias distintas para cambiar tu
forma de pensar. Ábrete a ver el mundo de otra manera. Cuestiónate
todo, pon tus ideas en duda. Sé valiente para probar nuevas cosas, aunque tu
mente de diga que es imposible, que no eres capaz, que no te lo mereces, que
nadie te ayuda, etc.
Pregúntate: ¿Qué prefiero tener la razón o crear una
vida de éxito?
Si siempre quieres tener
la razón, te limitarás a un mundo pequeño y subjetivo. Sé consciente que sin
darte cuenta, a lo largo de tu vida has invertido personalmente en tus
creencias como si fueran una posesión y no quieres perderlas. El mundo tiene
sentido para ti sólo cuando te las confirma. Sin embargo, el mapa no es el territorio.
Esto significa que sólo ves lo que tú crees que es real y posible (no
ves la totalidad). Existen muchas más posibilidades de las que crees posibles.
Autosugestiónate con
creencias que te empoderen al máximo. A continuación, te menciono algunas
extraídas del libro: Coaching con PNL de Joseph O’Connor.
Deseo que te sirvan.
Si quieres comprender,
actúa. El aprendizaje está en la
acción. El cambio proviene de la acción, no de la comprensión intelectual.
No
hay fracaso, tan sólo aprendizaje. El fracaso es sólo un
juicio sobre los resultados a corto plazo. Que no hayas alcanzado tu objetivo
significa únicamente que aún no lo has alcanzado. No puedes decir que has
fracasado a menos que abandones, y ésa es una elección tuya. Perseverar es
esencial para cumplir nuestras metas.
Tenemos todos los recursos
que necesitamos, o podemos crearlos. No
hay personas sin recursos, tan sólo hay estados mentales sin recursos.
Nuestra sabiduría profunda está esperando ser descubierta.
Todo comportamiento tiene
un propósito. Nuestras acciones no son aleatorias, sino que con ellas
tratamos siempre de conseguir algo. Siempre nos estamos moviendo hacia alguna
clase de objetivo, aunque no nos demos cuenta de ello. Márcate tus propios
objetivos, no dejes que otros lo hagan por ti.
Tener alguna opción es
mejor que no tener ninguna. Encuentra las opciones que mejor se adapten a
tus valores y síguelas.
Lo estás haciendo lo mejor
posible y aún puedes hacerlo mejor.
Creamos nuestra realidad. Nuestras
creencias, objetivos y valores constituyen las principales características de
nuestros mapas mentales, que a su vez dan forma la mundo que percibimos.
Actuamos como si estos mapas fuesen reales. Puede que esos mapas sean buenos y
nos proporcionen mucha libertad para explorar o, puede que nos limiten nuestras
posibilidades. Es imprescindible revisar los propios mapas mentales, lo que
creemos que es posible y real para nosotros.
Tienes
todas las respuestas. Las respuestas a tus preguntas deben salir de ti
mismo.
Recuerda:
Creamos lo que creemos, ni más ni menos.
¿Eliges
tus creencias libremente o más bien eres esclavo de tus creencias?
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