¿Qué es la felicidad? Todos
nos hemos hecho esa pregunta alguna vez porqué todos deseamos ser felices, el
problema no es solo como conseguirlo sino también como definirlo.
El tema es más espinoso de lo que parece a simple vista porque
la idea de felicidad la relacionamos siempre con una sensación que también es
un estado, y explicar sensaciones es algo complejo, porque las sensaciones,
esencialmente, “se sienten”,
dicho de otra manera: se experimentan.
La idea de
felicidad
En términos generales la filosofía entiende que la felicidad es el sumo
bien o bien objetivo al que tiende el ser humano como ser
racional.
Sucede que el concepto de felicidad cambiará notablemente al
depender de que es aquello que se
entienda por “sumo bien”.
Para Platón la felicidad está en el movimiento tranquilo, lo
cual significa en el pensamiento griego la evolución o cambio sereno de las
cosas, incluidas las que afectan a la vida. Este autor define diferentes tipos
de bien en función de los tres tipos de alma que identifica.
Así habrá un bien que será el que afecte al alma concupiscible,
que es la que alberga los deseos. Otro que satisfaga al alma irascible que
contiene la valentía y la nobleza. Y un tercero que sea el que cubra las
necesidades del alma racional, que es la única inmortal de las tres y cuya virtud
es la sabiduría, que es lo que tiende a acercarse al mundo de las
ideas que, para Platón,
es el único real. Estas tres aspiraciones se han de armonizar para conseguir la
felicidad.
Aristóteles,
como en tantas cosas, rechazará los postulados de su maestro Platón. En este
caso lo que rechaza es la idea de diferentes tipos de bien, y dice que
felicidad, placer y bien son la misma cosa. Para él la felicidad deriva de la
“actividad personal”, en definitiva, de aquello que haga la persona.
La felicidad o “eudaimonia” en el epicureísmo
Siguiendo esa línea Epicuro de Samos centrará todas sus
enseñanzas en la felicidad -”eudaimonia” en griego- como medio para alcanzar la “ataraxia” o “imperturbabilidad”. En realidad el
objetivo del epicureísmo es la ecuanimidad o imperturbabilidad, la felicidad es
solo el instrumento para llegar a ella.
A su vez, dirá Epicuro que la manera de conseguir la
felicidad es a través de la satisfacción de los placeres. Eso sí, el placer no
se concibe como el placer desmedido que postularan los filósofos hedonistas
sino como la satisfacción plena de las necesidades humanas. Por eso mismo
Epicuro aboga por necesidades sencillas que procuren placeres sencillos que puedan satisfacerse fácilmente.
Por poner un ejemplo, si alguien se
satisface con un simple paseo a pie por el campo, esa satisfacción será mucho
más sencilla de cubrir que la de alguien que se haya puesto por objetivo
obtener un automóvil deportivo de una marca especialmente prestigiosa. Lo
primero podrá conseguirlo cualquiera lo segundo solo algunos.
Dado que la felicidad depende en ese
planteamiento del placer satisfecho, lo prudente es buscar los placeres
sencillos. Como serán fáciles de alcanzar se propiciará la serenidad y se
evitará la ansiedad de no obtener lo que se desea.
La definición
de felicidad en la filosofía contemporánea
Uno de los filósofos contemporáneos que se
preocupó por el tema de felicidad fue José
Ortega y Gasset.
En palabras del propio Ortega: “Si nos
preguntamos en qué consiste ese estado ideal de espíritu denominado felicidad,
hallamos fácilmente una primera respuesta: la felicidad consiste en encontrar
algo que nos satisfaga completamente. Mas, en rigor, esta respuesta no hace
sino plantearnos en qué consiste ese estado subjetivo de plena satisfacción.
Por otra, qué condiciones objetivas habrá de tener algo para conseguir
satisfacernos.”
Para este autor la felicidad se produce
cuando coincide lo que él llama “nuestra vida proyectada”, que es
aquello que queremos ser, con “nuestra
vida efectiva”, que es lo que somos en realidad.
Otras definiciones de felicidad.
Según filosofía oriental
En la filosofía oriental, la felicidad se concibe
como una cualidad producto de un estado de armonía interna que se manifiesta como
un sentimiento de bienestar que perdura en el tiempo y no como un estado de
ánimo de origen pasajero, como generalmente se la define en occidente.
Muchas veces confundida con la alegría de
carácter emocional y efímero, la felicidad perdura en el tiempo y se identifica
como una cualidad, tal y como ser alto, fuerte o inteligente una persona es feliz.
Mientras que la alegría se concibe como un
estado de satisfacción, la felicidad se considera un estado de armonía interna.
Fuentes
de información:
http://filosofia.about.com/
http://es.wikipedia.org/
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