Jean Piaget fue un célebre científico suizo que trabajó durante muchos años en Francia. Doctorado en Filosofía y Psicología, ocupó la cátedra sobre tales especialidades en las Universidades de Neuchatel, Ginebra, Lausana y Sorbona. Cuando murió era el más célebre y destacado psicólogo de niños del mundo entero. Fue durante muchos años director del Instituto Jean-Jaques Rousseau de Ginebra, cargo en el cual había sido designado en 1929. Aunque su influencia en el continente europeo fue muy grande, en el mundo psicológico anglosajón su repercusión no apareció hasta fines de la década de 1950, debido en parte a su insistencia en explorar el mundo interior infantil, lo cual chocaba con el conductismo de aquella época.
Piaget afirmaba que el pensamiento de los niños es de características muy diferentes del de los adultos. Con la maduración se producen una serie de cambios sustanciales en las modalidades de pensar, que Piaget llamaba metamorfosis, es una transformación de las modalidades del pensamiento de los niños para convertirse en las propias de los adultos.
Para explorar los procesos de pensamiento (especialmente la atención y la inteligencia) de los niños, Piaget recurrió al método fenomenológico. Este método es por naturaleza subjetivo y demanda de una interpretación por parte del investigador. La exploración del desarrollo cognitivo era para Piaget el camino más provechoso para efectuar aportaciones a la epistemología. Este desarrollo es el crecimiento que tiene el intelecto en el curso del tiempo, la maduración de los procesos superiores de pensamiento desde la infancia hasta la edad adulta.
TEORIA DE PIAGET
La teoría de Piaget es una teoría estructural que ofrece una descripción formal del conocimiento de los organismos humanos en diferentes momentos del desarrollo. Para Piaget, la esencia de la inteligencia se encuentra en las capacidades de razonamiento de los individuos. Estas capacidades son definidas en términos de las operaciones mentales, las que en general tienen las propiedades del grupo algebraico, y en particular, la propiedad de la reversibilidad.
La concepción psicométrica de la inteligencia, por otro lado, se caracteriza fundamentalmente por haber asumido las ideas de Binet y de Spearman. Para el primero la inteligencia está representada por el éxito escolar, mientras que para el segundo la inteligencia es una capacidad general hereditaria (el factor g) que se refleja en una correlación positiva significativa entre todas las pruebas de inteligencia. Aunque Spearman reconoció el rol de los factores s (las habilidades específicas en una tarea), trató siempre de minimizar su efecto al momento de medir la inteligencia.
Piaget nunca intentó crear una prueba de inteligencia estandarizada y por ello, las pruebas piagetanas contrastan con las medidas tradicionales de la inteligencia tales como las escalas de Binet y las de Wechsler. Una de las discrepancias fundamentales entre estas dos aproximaciones (la piagetana y la tradicional) es que Piaget no estuvo interesado en las diferencias individuales sino en los patrones más universales de razonamiento que subyacen al desempeño humano.
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