1-
Todos los psicólogos están locos.
Esta
realmente no nos ofende, lo cierto es que (y aquí mis compañeros se pueden
quejar) creo que tenemos un punto de locura, pero de la sana, de esa que te
hace ser algo especial y divertido. Con esta frase no conseguiréis mucho, de
hecho la difundimos nosotros mismos. Pero ojo, locura de la sana no quiere
decir que vayamos a estar como cabras, cosa que suelen representar en la
mayoría de series televisivas… Por ejemplo Charlie Sheen en “Anger Management”
que es un alcohólico (y drogadicto) con problemas de control de impulsos y
agresividad o como el personaje de Judith en “La que se avecina” que tiene
problemas de inestabilidad emocional y que por cierto a mi parecer no practica
ninguna terapia en sí e incumple varios de los principios del código
deontológico (para empezar manteniendo relaciones con pacientes) a ella en la
vida real la hubieran inhabilitado, o el psicólogo de “una terapia peligrosa”
(también estaría inhabilitado, obviamente si eres consciente de un crimen hay
que reportarlo)… Sí es cierto que estas series televisivas (como casi todas en
las que sale un psicólogo) dañan la imagen del gremio y no nos suelen gustar
mucho, la realidad queda bastante lejos, aunque sean muy divertidas.
2-
¿Me vas a leer la mente?
Esto molesta
señores… Primero, leer la mente es algo de fantasía, no tenemos “poderes”,
aunque ya nos gustaría. Segundo, indica una actitud pasivo-agresiva (que por
cierto sin daros cuenta está dándonos bastante información sobre vosotros).
Nadie lee la mente porque los humanos no tenemos esa capacidad obviamente y si
la tuviéramos seguro que la gente se quejaría también. Los psicólogos
analizamos patrones de comportamiento, rasgos de personalidad y cosas así y de
ahí intentamos deducir patrones que se repiten y establecer alguna suposición o
prever la conducta futura en base a la pasada y las características de la
persona. No adivinamos nada, no funcionamos con bola de cristal. Y claro está
que si no queréis que sepamos algo, puede que no lo sepamos nunca pero esto ya
corre a cuenta de cada uno, si te interesa ocultar cosas a alguien que intenta
ayudarle con el fin de beneficiarte (y al que estas pagando) allá tu, ocultar
cosas suele retrasar el proceso de la terapia. Hay gente que le hace ilusión
que le “leas la mente”, pues siento tener que decepcionaros, lo nuestro es más
científico que eso (lo cual a mi me parece más guay).
3-¿Y
no tienes un diván?
Claro, nos lo
dan con el título de la carrera. Vamos a ver… Lo del diván viene de una
corriente llamada psicoanálisis principalmente, hay psicólogos que lo usan y
hay que no, pero no tiene mayor cosa. No es un diván mágico que al sentarte
cure todos tus problemas. Es una silla con forma diferente, su función es
relajar a la persona y que esté más cómoda, o en ocasiones que no mire
directamente al terapeuta (cosas de la proxémica), pero poco más, ni es más
psicólogo el que tiene diván, ni menos el que no lo tiene. Hace ilusión, sí, no
lo voy a negar, pero por lo que valen tampoco compensa demasiado, además ocupan
una barbaridad de espacio.
4-
No, yo es que no creo en “eso” (la psicología).
Bien por ti.
No sé qué tiene que ver la psicología con la religión pero el que dice esto por
lo visto hace algún tipo de asociación entre ellas… La psicología es una
ciencia, de hecho actualmente se abarca en la rama de ciencias de la salud. En
la ciencia no se necesita creer porque hay pruebas empíricas que la demuestran.
La psicología tiene demostrada su eficacia, eficiencia y efectividad, además
esta reglada por un colegio oficial y está incluida dentro de las leyes de
sanidad, derecho civil y muchas otras. Los psicólogos trabajan junto a médicos
y otros profesionales en hospitales, organismos públicos, ONG´S, consultas
privadas, etc… Además se trata de una profesión cuyos estudios están reglados
de manera bastante estricta. Por favor, creer o no es irrelevante, dí que no te
gustan los psicólogos, pero no digas que no “crees”.
5
– No te puedes… (Aquí podemos insertar emociones o conductas varias… por
ejemplo: enfadar, deprimir, llorar….) porque eres psicólogo!
Por esa regla
de tres un médico no puede coger un constipado, ni un cáncer. Un dentista no
puede tener una caries, etc… Lo cierto es que los psicólogos estamos sometidos
a bastante estrés, no es fácil recibir la alta carga emocional de los pacientes
y ayudar en los problemas de los demás sin que estos te afecten, pero aparte,
tengamos en cuenta que es un oficio, fuera de el, uno debería poder hacer lo
que quisiera, sí es cierto que los conocimientos nos dotan de unas habilidades
que igual otras personas no tienen, pero ello no quiere decir que no podamos
tener un momento de debilidad y estar tristes o bordes o enfadarnos por una
tontería algún día. Separemos lo personal de lo profesional y no juzguemos la
capacidad profesional de alguien por una reacción puntual. No tiene sentido.
6
– ¿Para qué ir al psicólogo si puedo ir al psiquiatra? ¿Un psicólogo es menos
no?
Son
profesiones diferentes, que actúan en ámbitos y momentos diferentes,
frecuentemente colaborando entre ellos. La necesidad de colaboración es porque
cada uno tiene unas competencias diferentes, luego ninguno es mejor que el
otro, sino que cada uno actúa sobre una cosa diferente. El psiquiatra suele
recetar exclusivamente medicación y hacer un seguimiento de la misma (aunque
tenga nociones básicas de terapia) y el psicólogo realiza una terapia con la
persona (aunque tenga nociones básicas de medicación), ambos colaboran para
ofrecer una atención integral. Habrá gente que necesite de ambos y otros solo
de uno de los dos.
7
– Ahhh pero ¿no podéis recetar medicación?
No, no
podemos, pero tampoco queremos, la
función del psicólogo es dotar de estrategias a la persona y hacer terapia,
si se requiere medicación la llevará un psiquiatra, mientras el psicólogo lleva
la terapia. Lo cierto es que aunque no la recetemos si aprendemos bastante
sobre ellas, componentes, funcionamiento, dosis, neurotransmisores, efectos
secundarios, pero no, no somos médicos (no hacemos la carrera de medicina) por
lo que no podemos recetar medicación. Aunque tampoco entra dentro de nuestras
competencias.
8
– Y la que se lleva la palma…(Aquí los psicólogos te van a contestar algo
seguro si no lo han hecho ya con las anteriores). ¡Pero si la psicología no es
una ciencia…!
¿Ah no? Y
¿entonces qué es? La psicología es, por
definición, la ciencia que estudia el comportamiento humano (entre otras
cosas…). Se basa en hipótesis demostradas empíricamente mediante estudios
científicos, como todas las demás ciencias. Se basa además en principios de
otras: como la biología, la química, la medicina, y últimamente comienza a
integrar incluso ideas procedentes de la mecánica cuántica. Se fusiona a la vez
con conceptos de las ciencias sociales. La psicología es una ciencia, esto es
así, no nos lo hemos inventado. La psicología cuenta con protocolos
estructurados, herramientas de diagnóstico, técnicas detalladas de
intervención, criterios de diagnóstico… Y por mucho que a algunos les cueste
rendirse a la idea, sí, es una ciencia.
9
– Pues es que el otro día tuve un sueño… (Te lo cuentan con todo lujo de
detalles, estés donde estés), ¿Qué significa?
Pues no lo
sé, seguramente nada. Lo de la interpretación de los sueños de nuevo no es
compartido en todas las corrientes psicológicas, los psicoanalistas tienen sus
teorías y sí los analizan para obtener datos del subconsciente, los
cognitivo-conductuales pasan totalmente de ellos. Mi teoría es que los sueños
son de cada uno, si tú no les ves significado, seguramente no lo tengan, si se
lo ves pues ya está. No tiene más. Por lo general adivinar que quiere decir un
sueño no nos va a cambiar la vida, y además para los que sí los contemplan
tienen significados diversos. A mi punto de vista es irrelevante y de todas
formas fuera de contexto y sin conocer a la persona, poco se va a poder
deducir. No lo utilicéis como conversación para romper el hielo con un
psicólogo en un bar, pues no suele ir muy bien y acaba por cansarnos.
10
– Ah y no olvidemos los asaltos en sitios raros… Por ejemplo vas al banco, al
ayuntamiento (a mi me paso con un taxista en un trayecto de 10 minutos…
Imagínate)… Y sale por algún motivo el tema de a que te dedicas, y en cuanto lo
dices, la gente te cuenta sus problemas a modo de vomitona, esperando los
soluciones en esos 5 minutos… Aunque llegues tarde y tengas mil cosas en la
cabeza, y gratis.
Esto es como
encontrarte un medico en el bus y enseñarle el bulto que te sale en el pecho…
¿No lo harías no? Obviamente los
psicólogos tenemos vocación por ayudar a los demás y nos importan los problemas
ajenos en cierta medida, sino no nos dedicaríamos a ello. Pero también
cansa mucho estar todo el día “de guardia” con amigos, familiares y
desconocidos. No es que nos moleste pero a veces no son maneras, y luego si no
das una respuesta satisfactoria la gente ya te desacredita, sin entender que la
psicología no funciona así, es un proceso algo más largo y requiere
concentración por parte del terapeuta que si está haciendo algo o tiene la
cabeza en otro lado no podrá atenderte como toca. Además vivimos de esto, si lo
hiciéramos siempre gratis estaríamos debajo de un puente.
11
– ¡Que estafa ir al psicólogo! Deben ser ricos con lo que cobran.
Más bien no.
Esto lo pensaba yo también antes de sacarme la carrera pero ahora entiendo
porque cobran lo que cobran. Lo cierto es que los test que utilizamos pueden
llegar a costar 600 € o más el pack (que solo sirve para unas 20-25
aplicaciones) como mucho. Además están la colegiación, el seguro de
responsabilidad civil, el alquiler del despacho, la cuota de autónomos, el
material, etc… Y sobretodo algo que no entiende la gente, igual que los
profesores, los psicólogos se llevan trabajo a casa, cada sesión se prepara
antes, cada test es corregido aparte, cada ejercicio del paciente es revisado,
hay muchas horas detrás de algunos procesos. Aparte hay que elaborar informes.
Y no olvidemos que el psicólogo debe estar en formación continua y permanente,
una formación que no es nada barata, mantenernos al día en las nuevas terapias
y descubrimientos cuesta lo suyo también. Y también nos costó años y dinero la
carrera (y el máster).
12
– ¡Ir al psicólogo es para locos! (y yo no estoy tan mal).
¿Quién lo
dice exactamente? Para empezar ¿qué es un loco? La mayoría de gente no sabe ni
que consideran ellos mismos un “loco”. Esta palabra ya no se usa (no como
antes). Los psicólogos tratan problemas muy variados: desde problemas de
pareja, hasta casos de ansiedad, bajas laborales, testificar en juicios,
dificultades de aprendizaje hasta casos algo más complicados como
esquizofrenias o trastornos bipolares, pasando por trastornos de estrés
postraumático, trastornos obsesivo-compulsivos, etc… ¿Cuál de estos problemas
te parece un “loco”? A mí, ninguno… Pero bueno, a la gente le sigue dando
vergüenza acudir a pedir ayuda por el estigma que creen da y por el miedo a lo
que dirán. Es como un médico, un médico puede tratar desde un resfriado o un
golpe en la rodilla hasta un cáncer, pero ir a ver al médico no te va a dar el
cáncer, o lo tienes o no lo tienes, pedir ayuda no cambia eso. Y aún así el
mismo miedo se tiene con ir al médico, porque si vas… “te encuentran siempre
algo”. Y de todas maneras si vamos a guiarnos por ese tipo de pensamientos,
vale decir que “los locos son felices” (otro dicho popular), así que… “de
perdidos al río”.
13
– “Eso” (la psicología), no funciona.
Funciona si
se le deja, si estas con actitud oposicionista, no llevas a cabo las
recomendaciones ni tareas y te saltas sesiones, pues sí, puede que no funcione.
Pero igual que no funcionará el tratamiento con antibióticos si te saltas dosis
o no lo tomas como toca. La colaboración y participación del paciente es vital,
los psicólogos lo sabemos y la intentamos potenciar pero a veces no hay manera.
La persona bloquea el proceso. Funciona porque como hemos dicho es una ciencia
demostrada empíricamente. Tendrá un porcentaje de fallos, como todo, pero
funciona.
14
– “Siendo psicólogo no deberías comportarte así…”.
¿Así como?
¿Como una persona normal con sus defectos y sus debilidades? Los psicólogos no somos superhéroes,
también enfermamos, nos ponemos “depres”, nos enfadamos sin razón y decimos
palabrotas. Una cosa es la conducta en el trabajo y otra la que tengamos en
nuestra vida privada. No es justo exigir una perfecta estabilidad emocional
y autocontrol a alguien solo porque sea psicólogo, todos somos humanos. Los psicólogos además también pueden padecer
enfermedades mentales y problemas psicológicos, como cualquier otra persona.
15
– Deberías saber hacerlo porque eres psicólogo.
No
sabemos hacer de todo. No sabemos sobre todas las
terapias y enfermedades existentes, cada uno se especializa en lo suyo. No
tiene porque un psicólogo clínico conocer una intervención con colectivos con discapacidad
o de centros de desintoxicación. No esperemos tampoco que un cardiólogo sepa
del aparato digestivo. Cada psicólogo se especializa en su área, tiene un
conocimiento general sí, pero no sabe absolutamente todo. Tampoco se puede
esperar que tengamos respuesta a absolutamente todo, ¿Por qué mi novio hace
esto?, ¿por qué no consigo controlarme? Pues no lo sé. Responder a preguntas
así implicaría conocer a la persona en profundidad y hacer un trabajo con ella,
si me lo cuentas en un bar sin yo conocerle pues mi respuesta será una
hipótesis lejana o un “no lo sé”, es lo que hay.
16
– “No me psicoanalices”.
Bien… Esta la
oímos cada dos por tres. El psicoanálisis es UNA de muchas corrientes
psicológicas y no es la dominante actualmente en España. No todos los
psicólogos psicoanalizamos ni de hecho seguimos esa corriente. Y si lo
hiciéramos probablemente no dedicaríamos nuestro tiempo libre y esfuerzo a
hacerlo gratis en los tiempos de ocio y descanso. No, nadie te está
psicoanalizando, respira tranquilo… Aunque el hecho de que te de miedo
probablemente indica que ocultas algo… (Ah no espera, que eso es analizar
también, nada borra eso).
17
– “Yo es que, estoy muy loca”, “si yo te contara… Pensarías que estoy loca”.
Bueno,
seguramente lo que cualquier persona considera locura no es nada tan raro, y
difícilmente nos escandalice, de hecho cuanto más raro sea el caso más nos va a
interesar. Los psicólogos no pensamos que nadie este “loco”, vemos dificultades
psicológicas y tratamos de ayudar a la persona a solucionarlas. Somos
psicólogos, es nuestro trabajo, no nos preocupa nada en absoluto que estés
“loco” o creas estarlo.
Si alguna vez
le has preguntado a alguien a que se dedica y te ha dicho entre dientes o
suspirando que es psicólogo… ¡Ahora ya sabes por qué! Porque sabemos lo que
viene después… ¡Las frasecitas!
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