1- ¿Necesito ser agradecido? La
gratitud es una de las maneras que tenemos a disposición para ser felices.
Cuando todo va “viento en popa” es más fácil decir gracias. El desafío
aparece cuando las noticias no son del todo buenas. En todo momento tienes
cosas por las que agradecer. Si puedes escribe una lista y te darás cuenta
de ello.
2- ¿Qué aumenta mi felicidad? Esta
es una de las preguntas en la que más difícil es hallar una respuesta. ¿Por
qué? Porque los seres humanos solemos tener bien presentes las cosas o personas
que nos hacen mal. No ocurre lo mismo con aquello que nos causa alegría.
Focalízate
en lo que te reporta satisfacción y ganas de vivir. ¡Allí es donde reside
la felicidad más genuina!
3- ¿Cuáles han sido mis progresos? Cuando
nos centramos en los fracasos y en todo lo que nos queda por recorrer
para cumplir los objetivos es fácil desmotivarse y “plantar bandera blanca”.
¡No permitas que esto ocurra!
Mira
atrás solo para tomar las lecciones que necesites y también para reconocer
lo que has logrado hasta ahora.
4- ¿Quiénes me aman? Podemos
tener cientos de contactos en las redes sociales, llevarnos bien con los
colegas del trabajo o recibir saludos cordiales de nuestros vecinos.
Sin embargo, la gente que realmente nos ama se cuenta con los dedos de la mano
(si tienes suerte con la de las dos manos).
El
amor del otro nos da mucha satisfacción. Cuando te sientas solo o triste
puedes pensar en estas personas. Ellos se convertirán en tu fortaleza y te
ayudarán a seguir.
5- ¿A quiénes puedo ayudar? La
felicidad se nos suele escapar de los dedos como el agua del mar o la arena de
la playa porque estamos demasiado centrados en “yo, yo y super yo” ¿Y los
demás? ¿Acaso ellos no merecen ser felices también?
No
estamos hablando de altruismo puro y de despojarse de todos los
bienes como los personajes que hemos nombrado antes, sino de ayudar a quienes
nos rodean. Un simple gesto puede cambiar el día de una persona. Eso
permitirá el reencuentro con nuestra verdadera esencia. Serás muy feliz el
día que hagas feliz a otro.
6- ¿Cómo puedo ayudar a tener un
mundo mejor? Hay miles de opciones a tu disposición
pero no se trata de elegir cualquiera por sorteo o porque te suena bonita laidea.
Trata
de que la contribución que escojas te defina, te apasione, le de sentido a tu
vida, te ayude a hallar la felicidad.
Quizás
lo encuentres salvando a las ballenas, evitando la tala de bosques, reciclando
la basura, dando de comer a un perro de la calle o donando medicamentos para
los niños.
Por último, no olvides que la felicidad no
consiste en tener todo lo que queremos sino en saber apreciar lo que
disponemos.
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