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La
clave para una buena salud: el amor
Indiscutiblemente la salud está
ligada con el amor. Según estudios llevados a cabo por algunos especialistas, el
tener pareja favorece el desarrollo normal del cuerpo y contribuye en el
proceso de gozar de buena salud, tanto física como mental.
Tener una buena
compañía implica menos depresión y ansiedad, y, por lo tanto, mayor
estabilidad emocional. También supone un ahorro de energía en la búsqueda de
posibles candidatos y, a su vez, aumenta la satisfacción y la alegría por tener
pareja, y los esfuerzos creativos para conservarla.
Los
efectos positivos del enamoramiento
Al sentirnos enamorados,
de forma inmediata se liberan algunas hormonas importantes en nuestro cuerpo.
Estas sustancias nos generan diversos beneficios tanto a nivel psicológico como
físico. Uno de los principales efectos es que nuestro sistema
inmune comienza a responder más asertivamente frente a las
enfermedades. Se ha comprobado que el enamoramiento incide en la mejoría de
enfermedades crónicas, reduce inflamaciones o el riesgo de padecer un infarto y
baja los niveles de colesterol, entre otros.
Tanto en nuestra parte
física como en la mental, podemos sentir cambios que incrementan nuestra
calidad de vida. Más seguridad, menos posibilidades de enfermarnos, o en caso
de que padezcamos de algo, que podamos recuperarnos más rápidamente, se suman a
las bondades del amor.
El aumento de nuestro
atractivo y la posibilidad de que nos sintamos a gusto con nosotros mismos, o
que le dediquemos más tiempo al cuidado de nuestra apariencia,
son otras de las consecuencias de estar enamorados.
En la etapa del
enamoramiento nuestro organismo eleva el poder de las defensas. Esto lleva a
que si aparece algún virus o bacteria tengamos más herramientas para
combatirlos o, simplemente, no logren alojarse en nuestro cuerpo. Frente a
otras enfermedades, de manera inmediata, la dopamina (que corresponde a un
analgésico natural) actúa y esto también nos ayuda a estar saludables.
Igualmente, las
endorfinas cumplen un papel en esta etapa. Gracias a una mayor segregación,
aportan bienestar al organismo, liberando estrés y relajando nuestro cuerpo. Es
muy probable que nuestra autoestima permanezca en un buen nivel. Y si nos
sentimos bien, podemos reflejarlo a los demás.
El cabello, las uñas y
la piel aumentan notablemente su belleza, ya que al estar enamorados el calcio
se asimila mejor y el cuerpo irradia salud y felicidad.
Nuestra
apariencia mejora cuando estamos enamorados
Nuestro cerebro funciona
de forma diferente cuando estamos enamorados: segrega mayor cantidad de hormonas nuevas
como la feniletilamina, la melatonina y la norepirefrina, que constituyen tres
factores decisivos para la calidad de vida.
En primer lugar, la
feniletilamina produce efectos muy positivos para la salud. Uno de sus
beneficios es que cuando pensemos o veamos a esa persona que nos gusta, la
cantidad de estrógenos aumente. Estos últimos, son propios de la mujer y se
relacionan directamente con su ciclo menstrual, así como con su desarrollo
sexual. Sin proponérselo y gracias a estos, las mujeres se hacen más bellas.
Esto se debe a que los
estrógenos son un componente esencial del ciclo reproductivo. El enamoramiento
envía una señal a la que el organismo responde preparándose para la
reproducción, esto es, incrementando el nivel de esta hormona. A su
vez, el alto nivel de estrógenos es un factor que eleva la posibilidad de
ser elegido como pareja por un miembro del sexo opuesto, que detecta
instintivamente este nivel. Se trata de un mecanismo de conservación de la
especie. Es como si el organismo más capaz fuera el escogido por los miembros
del sexo opuesto para ser amado.
En segundo lugar
encontramos la melatonina, hormona que puede definirse como un
verdadero elixir del enamorado. Aporta vitalidad y dinamismo a la vida; y tiene
la importante función de reducir el estrés y prevenir el envejecimiento
prematuro.
La norepirefrina es una
hormona que nos vuelve un poco vulnerables a lo que acontece e intensifica
nuestros sentimientos. Quizás hace que seamos un poco más receptivos y más
protectores, por lo que, cuando está en altos niveles, buscamos de una u otra
forma cuidar y ser cuidados.
Enamorarse entonces,
equivale a consumir una poderosa droga que mejora todos los indicadores en
nuestro cuerpo. Adicionalmente, nos proporciona mayor motivación y mejor
disposición para realizar cualquier actividad.
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