Los expertos en Psicología consideran que el desarrollo humano surge a raíz del cambio sistemático de carácter psicológico que ocurre a lo largo de toda la existencia del individuo. En ese proceso, el sujeto accede a estados cada vez más complejos. La rama de la psicología que hace foco en estas cuestiones es la psicología evolutiva (conocida también como psicología del desarrollo)
Dicho
de otro modo, la psicología evolutiva se encarga de explicar las
transformaciones que las personas sufren con el paso del tiempo.
Estos cambios pueden ser explicados por medio de factores que suelen
enfrentarse por oposición: continuidad/discontinuidad, herencia/ambiente,
etc.
En este contexto, el psicólogo se esfuerza para lograr que el paciente comprenda mejor su evolución y el contexto en el que se desenvuelve. El desarrollo debe ser considerado como un proceso continuo, global y dotado de flexibilidad.
Hay
especialistas que sostienen que la sociedad y la cultura obligan
e imponen una serie de tareas implícitas en el desarrollo del ser
humano. A través del proceso de socialización, el cumplimiento de estas
actividades termina por convertirse en una aspiración del propio sujeto.
El
psicólogo estadounidense de origen alemán Erik Erikson contempla ocho etapas básicas en el desarrollo del
ser humano:
1.- Etapa Confianza versus Desconfianza
(fase oral) Va desde el
nacimiento hasta un año de edad. Al nacer el niño (a), pasa de depender en
forma absoluta de su medio ambiente. Si la madre y la familia proporcionan un
cuidado continuo, consistente y adecuado a las necesidades del niño (a), se
generará en él/ella una sensación de confianza básica, que se traducirá en un
sentido de esperanza y optimismo frente a la vida. Por el contrario, si el cuidado
temprano es variable, impredecible, caótico o maligno, se generará una
sensación de desconfianza en el niño (a).
2.- Etapa Autonomía versus Vergüenza y
Duda (fase muscular anal): Va desde un
año hasta los 2 años; aquí se fija la noción de autonomía del niño (a).
A medida que el niño (a) sea capaz de controlar esfínteres, usar músculos para
moverse, vocalizar, desarrollará una sensación de ser autónomo y aparte de sus
padres. Si hay sensación de mucho control, de ser avergonzado ante los primeros
fracasos, pueden surgir sentimientos de vergüenza, duda, inseguridad. Los
resultantes de un desenlace positivo de esta etapa, es la sensación de tener
una voluntad propia.
3.- Etapa Iniciativa versus Culpabilidad
(preescolar) Va desde los tres
años a los cuatro años. El niño (a) se percata más agudamente de su
medio externo. Toma la iniciativa para establecer relaciones más cercanas con
el progenitor del sexo opuesto. En esta etapa hay mayor preocupación por los
genitales, por los padres del sexo opuesto, y en general una mayor noción de
las diferencias entre los sexos. La identificación con el progenitor del mismo
sexo es crucial en esta etapa.
4.- Etapa Industrialidad versus
Inferioridad (escolar): Va desde los
seis años a los doce años; el niño (a) muestra su capacidad de
desenvolverse industriosamente en la interacción educacional. También se
desarrolla la capacidad de interactuar socialmente, por primera vez fuera de la
familia. En la medida que la interacción educacional y social se desarrolla
efectivamente, se logra un sentido de ser competente; en la medida que esto no
se da, aparece un sentido de inferioridad. Muchos problemas de rendimiento
escolar, de fobias y aislamiento social tempranos, son característicos de esta
etapa. El nombre de latencia dado a esta etapa, se refiere a la suspensión de
búsqueda de vínculos heterosexuales, que se evidencia en la segregación pro
sexo, frecuentes a esta edad.
5.- Etapa Identidad versus Confusión de
Roles: Se extiende desde los doce años
a los veinte años. Como tarea central del desarrollo adolescente está el
concepto de consolidación de la identidad. Los cambios físicos y psicológicos
de la pubertad, hacen entrar en un periodo de aumento del conflicto psicológico
interno, cuya consecuencia será un sentido de continuidad y estabilidad de uno
mismo a lo largo del tiempo. Cuando esto no se alcanza, Erikson habla del
síndrome de difusión de la identidad. El fijar los propios gustos, intereses,
valores y principios es el modo de crecer. El joven delimita su sí mismo del de
sus padres y familia.
6.- Etapa Intimidad versus Aislamiento: Va desde los veinte años a los cuarenta años, el
adulto entra a formar parte de la sociedad al desempeñar un trabajo y
relacionarse establemente con una pareja muchas veces formando una familia. El
poder compartir una familia en el desarrollo de la capacidad de intimidad, es
la tarea central de esta etapa. Esta etapa requiere un sentido de solidaridad y
de identidad compartida en pareja. Lo contrario produce aislamiento personal.
Lo dicho para la pareja se aplica al trabajar, donde la persona debe mostrar su
capacidad de entrega estable a una labor dada.
7.- Etapa Generatividad versus
Estancamiento: Va desde los
cuarenta años a los sesenta años. Lo crucial de esta etapa es la
capacidad de cuidar y facilitar el desarrollo de las generaciones más jóvenes.
Los adultos de esta edad participan de esta tarea siendo padres, profesores,
guías. El adulto que no puede ser generativo, siente una sensación de
estancamiento, y vive en forma egocéntrica y sin propulsión hacia el futuro.
Erikson plantea que los adultos medios necesitan a los niños (as), y que es tan
necesario para ellos cuidar de estos, como los niños necesitan de alguien que
los cuide.
8.- Etapa Integridad versus Desesperanza
(adulto mayor): Desde los sesenta
años en adelante. A medida que el adulto completa el ciclo de haber
vivido él, y asegurado que viva la generación siguiente, se llega al tema final
del ciclo vital: la integridad reposa en la aceptación de la sucesión de las
generaciones y de la finitud de la vida natural. Esta fase final implica el
desarrollo de una sabiduría y de una filosofía trascendente de la vida. Por el
contrario, si no se adquiere esta noción de integridad, la desesperación y el
temor a la muerte se presentará como resultado de una vida irrealizada. Las
características y tareas de cada una de las etapas descritas por Erikson
constituyen fases en constante movimiento, un individuo siempre está en el
proceso de desarrollar su personalidad.
Además
del citado Erik Eriksson, dentro de esta corriente no podemos pasar por alto el
nombre de otros autores que igualmente dejaron su honda impronta en la misma.
Este sería el caso, por ejemplo, del afamado médico y neurólogo Sigmun Freud. Este ha pasado a la
historia no sólo por ser uno de los mayores intelectuales del siglo XX sino
también por estar considerado el padre del psicoanálisis.
Junto
a él aparece también en esta área de la Psicología evolutiva Lev Vygotski, un psicólogo ruso que es
uno de los principales pensadores de la misma. Igualmente destaca por ser el
fundador de la llamada psicología histórico-cultural que vendría a dejar
patente que a la hora de explicar el desarrollo del ser humano este se tiene
que hacer irremediablemente teniendo en cuenta lo que es la interacción social.
Jean
Piaget es igualmente otro de los autores que no se pueden pasar por alto en la
materia que estamos abordando y es que realizó importantes aportaciones a la
misma. En este sentido, estableció que existen cuatro estadios o periodos
dentro de lo que es el desarrollo del ser humano: el estadio sensorio-motor, el
estadio pre-operatorio, el estadio de las operaciones concretas y el estadio de
las operaciones formales.
Muy
influido por este citado autor se encuentra Lawrence Hohlberg, un doctor que se
centró básicamente en lo que se conoce con el nombre de desarrollo del juicio
moral. Un término este bajo el cual se engloba el conjunto de razones que
tienen las personas para llevar a cabo unas u otras acciones.
fuentes:
http://es.wikipedia.org/
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